CÓMO SOLUCIONAR LA FRUSTRACIÓN COMPETITIVA

Muchos a veces se preguntan a qué nos referimos con la frustración competitiva y es la manera qué tiene de reaccionar un niño o un adolescente frente a una derrota. En general de pruebas competitivas deportivas que se realizan en momentos de ocio y tiempo libre; ya sean en campamentos, cumpleaños, días sin cole, etcétera. O incluso también se dan muchos casos de frustración en actividades de este tipo en la asignatura de educación física en el colegio o en el instituto.

En este artículo te vamos a enseñar a cómo tratar a este público sí está sufriendo uno de estos problemas. Te mencionaremos una serie de pasos que te pueden ayudar bastante a solucionarlo aunque tendrás que intentar adaptarlo dependiendo del tipo de niño que se trate; es decir, mentalidad, edad, género, forma de ser, etcétera.

SEPARA AL AFECTADO DEL GRUPO

Lo primero que debes hacer si notas que una persona está sufriendo por haber perdido en un juego deportivo es separarle del grupo cuanto antes. Ya que se pueden originar peleas entre ellos y esto puede ser debido a qué uno de los ganadores se burla del perdedor, o incluso el mismo perdedor puede volverse agresivo con los que han ganado intentando transmitirle su frustración para que se sientan culpables de haber ganado. También hay casos en los que muchos niños usan la excusa de que los ganadores han hecho trampas para ganar mucha más credibilidad frente a los monitores.

HABLA CON ÉL

Una vez que la persona afectada está aislada ya no podrá transmitir su frustración a nadie, solo a una persona especializada que puede entenderle y ayudarle que en estos casos son los monitores. Si la persona está frustrada tienes que tratar de hacerle ver usando la empatía y poniéndote en su lugar, que las actividades competitivas no se basan en ganar a los demás sino superarte a ti mismo. Es muy importante que no solo hables tú, sino que también le escuches a él e intentes entenderle; para que él se sienta respaldado y puede intentar dar el paso de mejorar como tú le estás indicando.

USA TÉCNICAS DE RELAJACIÓN

A veces nos pueden tocar niños que sean muy nerviosos y que se frustren más que otros, lo que va a provocar que no nos escuche y lo único que va a hacer es chillar y llorar sin parar. Para poder solucionar el estado de nervios que tiene vamos a emplear una técnica de relajación; la cual consiste en que pediremos que se tumbe y le pondremos una música tranquila mientras cierra los ojos y respira profundamente. Si no logramos que el niño nos haga caso y nos habla mal, lo que tenemos que hacer es esperar a que se relaje y no escucharle hasta que nos hable adecuadamente. Después de un tiempo realizando la actividad el niño estará más tranquilo y tendrás la mente más despejada para hablar contigo y escucharte. En ese momento deberás emplear lo que hemos explicado en el punto anterior.

DÉJALE MEDITAR

A veces cuando hablamos con algunos niños no quieren entrar en razón con los consejos que les damos. Pero siempre se lo van a guardar en la cabeza y es muy posible que le den vueltas al asunto. Es por ello que es muy importante que a veces les dejemos su espacio propio para que ellos mismos piensen sobre lo que ha ocurrido y lo relacionen con lo que habéis dicho en ese momento. Es posible que el niño por sí solo se dé cuenta de que realmente una derrota no es motivo para ponerse mal, entonces lo entenderá y volverá con sus amigos en su estado normal.

USA EL HUMOR

Es una de las técnicas más complicadas para tratar con los niños ya que no todos pueden pillar tu humor o no está adaptado a un público determinado. Es por ello que deberás saber qué broma gastar y en qué momento a cada tipo de niño. Pues muchos de ellos se ríen con facilidad entonces es importante decirles algo gracioso para captar su atención y que olviden realmente de lo que les preocupa o les pone triste.

Si conoces al niño puedes saber qué broma gastarle, que tipo de chistes, rimas con su nombre que le hagan gracia, cosquillas…

PIDE AYUDA A UN TERCERO

En este caso no hablamos de pedir ayuda a otro monitor, sino que llames a un niño qué se lleve muy bien con el afectado y así puede intentar animarle y convencerle de que realmente lo importante es disfrutar y pasárselo bien y que su estado de ánimo tampoco le agrada a él. Y acto seguido puedes dejar a los dos niños hablando de sus cosas y que se distraigan o puedes intentar intervenir con un nuevo juego en el que esos niños sean los protagonistas para qué sea su principal foco de atención y olviden lo que ha pasado.

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